Cuando hablamos de terror solemos pensar en lo sobrenatural, craso error, porque ¿qué hay más terrorífico que el trabajo o la economía?
La narrativa es excelente y la metáfora central funciona muy bien como sublimación de fenómenos que ya de partida son a su vez sublimaciones o abstracciones del trabajo hecho por humanos con todas sus necesidades y limitaciones particulares. A la "productividad" le da igual que el trabajo requiera cuidado, tiempo, experiencia, etc.., ahí radica el terror que también sabe explotar esta obra.
Me recordó a uno de los capítulos del Doctor Who más político, pero eliminando al Doctor y por tanto, cualquier posibilidad de redención. Muy recomendable
Impresionante además que se haya escrito en 4 horas!